5/7/11

el gato naranja - noticiero poético para américa latina - summa de poesía contemporánea


VIRGENES DEL SOL INN CABARET

ALEXIS FIGUEROA EL POETA QUE PUSO EN EVIDENCIA 
EL CONFLICTO POEMA VS TV,  EN SU LIBRO GALARDONADO 
CON EL PREMIO CASA DE LAS AMERICAS

Alexis Figueroa (Concepción, Chile, 1956) Guionista de documentales, ha sido editor de revistas literarias como La piel de leopardo, Posdata y Tantalia. Su libro de poesía Vírgenes del Sol Inn Cabaret, fue galardonado con el Premio “Casa de las Américas” (La Habana, Cuba en 1986).

Cuando Antonio Urrello, poeta peruano que investigaba las nuevas voces de la poesía latinoamericana para la British Columbian University de Canadá en 1994, nos presentó los psicodélicos versos de este libro, nos pareció que la poesía latinoamericana de finales del siglo XX se había quebrado en mil pedazos, Vírgenes del Sol Inn cabaret, del Chileno Alexis Figueroa, era una bofetada al lenguaje abstracto, lleno de melancolía y falso de nuestra mal-valorada poesía. Con Vírgenes, pasamos el umbral y nos pusimos a la vanguardia, o alertas. 

Hoy gracias a su amigo el poeta EGOR MARDONES, nos hemos puesto en contacto con el poeta, quien nos ha permitido hacer una selección de su memorable libro, que esperamos despierte la imaginación de nuestros neuromantes y poetas de tiempos todos.


Esta edición como lo diría EGOR MARDONES es una muestra de la edición "Penquista", la de Concepción, incluye las imágenes de una edición posterior la de PAPELES DEL ANDALICAN, cuadernos del Sur. Publicados en 1986.  Presentamos esta nota de la edición de Cuadernos del Sur de VIRGENES DEL SOL INN CABARET.


"Este texto corresponde en parte al texto ganador del Premio “Casa de las Americas” 1986, Poesía. Es esta una tercera y definitiva elaboración de un cuerpo base llamado Vírgenes del Sol Inn Cabaret." En este libro se incluyen cuatro textos más que en el trabajo enviado a concurso. Se han modificado otros, y parte de la estructura general se ha cambiado. Por todo lo anterior, esta última version lleva un subtítulo especial e indispensable:. “Vien benidos a la máquina, welcome to the tv”.


El presente documento contiene apartes del texto original y la edición ilustrada que mencionamos.



"VIRGENES DEL SOL INN CABARET"
-Vien benidos a la máquina-

Portada: Ester Fierro P.



Dedicado a Sonny 
a A.D.A. de Concepcion. 
Y a la gente de mi patria, 
pero nunca para toda, 
pero nunca para toda. 

Alexis Figueroa Aracena 

Vírgenes del Sol Inn Cabaret
Inicio General 0.
Esto sucede en la ciudad/el país equis/esto sucede en la re­gión de la Utopía/ esto sucede en el privado valle de Gargantúa y Pantagruel/esto sucede en pleno recorrido de la ciudad de una película/esto sucede en el cuerpo/la novela/los Corin-juegos dorados del amor/esto su­cede mientras venden profilácticos con estampas de los incas /esto sucede aunque el suceder es de nosotros/esto escrito, así sucede: cocinan pollos en el vientre de las embarazadas/ un B-52 comienza a bombardear un extremo de la mente/esto sucede frase, también sucede cebo/ luz/carnada/ esto sucede afirmado en el propio reflejo de su sombra/esto sucede escrito en un vestido, esto sucede/ la palabra/la escritura/la imagen/la película/la historieta/en que los rasgos-nazca de la piel se descubren ante el ojo que los lee/esto sucede mientras cambia el ojo que los lee/esto sucede pero el suceder es de nosotros/esto sucede en la película de algo como un cuerpo/o como una ciudad/.
(1) :  la ciudad de una película
Ver final
(Retrato oval número uno)




“Maria Antonieta se acuesta con Fellini”
han escrito en letra roja
adentro del
Vírgenes del Sol Inn Cabaret. "







 “Las parejas navegan extraviadas en el mar
de 10s martinis”,
corean 10s barman afirmados en la barra.

Luego dicen:
“El escritor invita, pagara todos los gastos,
con auspicio de la Nasa and Kennel Club.
Pasen a escuchar nuestro folletin de propaganda,
a leer el prospecto del placer”.




 

Vírgenes del Sol Inn Cabaret.

(Un segundo, antes de empezar)
Iconografia.
El cuerpo es un colectivo
diapositiva estructurada en la matriz de las
neuronas.
El cuerpo es paisaje de la mente.

////////////////////////////////////
////////// ZONA DE SIGNOS //////////
////////////////////////////////////

El cuerpo es un colectivo de lecturas
(del y en el lugar que nuestra historia le
ha asignado/nos asigna)
Nuestra: la nuestra, la historieta,
que acostumbra dividir y separar arte/vida
cuerpo/espacio,
asi como Clark Kent es superman
en el Gran Show.

 Vírgenes del Sol Inn Cabaret.

Folletín de Propaganda N° 1



Welcome to the TV. Welcome to the machine.

Vien benidos al salón del invierno luminoso,
vien benidos al túnel del amor en las muchachas de las
                                                                  luces de neón.
Hoy tendremos cajas de cristal sobre la pista,
hoy tendremos desnudas las mujeres,
bailando ragee adentro de un acuario.

(Sus cabellos flotarán igual que largas colas de
                                                                   peces tropicales,
sus cinturas cimbrarán ondulando abandonadas,
como un gran velero de algas,
como un nautilus transparente navegando por los
                                                                fondos de este mar).

Vien benidos al lugar de las luces calcinantes,
welcome to the machine;
podrán tocar sus piernas si lo quieren,
podrán elegirlas con el dedo,
podrán acariciarlas suavemente por los flancos,
incluso abofetearlas si deseáis.

Pasad, venid a las mujeres de piel toda dorada,
venid a ver sus ojos de plumas tornasoles,
sus pasos de pantera,
sus manos enguantadas en la luz fosforescente.

Llevad la plata en alto, welcome to the machine:
(penetrad por las puertas de colores,
entrad sin miedo, decidíos,
que detrás ellas espáranlos temblando,
dispuestas a mojaros con su lluvia,
a llevaros por la noche en la balsa de sus cuerpos,
a extraviaros como un pájaro en plena tempestad).

Para todos tenemos la mujer,
el paisaje que soñó, la parte donde siempre quiso y
nunca pudo estar para gozarlas:
los salones donde bailó la muerte roja,
las grutas del Fingal y del Mamut,
los parajes del manuscrito encontrado en Zaragoza.
Hay un Maelstrom de sexo si queréis aventuraros al peligro.
Podemos recrear nuevos peldanos en la escala de
                                                                     las Hadas,
podemos recrear mil y una noches de lectura de sus
cuerpos juveniles.

Tampoco Sade ajeno es a nuestra casa:
un piso entero corresponde a sus dominios,                          
Georges Bataille administra una pieza-manicomio               
repleta de videntes y ninfómanas.                                        
Anton Artaud educa a las coristas,                                        
y Lautreamont pasea por el mundo, buscando nuevas
                                                               atracciones estelares.     

Pasad a ver las nuevas maravillas,                                     
abrid la puerta verde, abrid la puerta azul,
subid al submarino de Caligula, navegad el mar                  
de flipers y videos.

Sacad vale para una orgía entre satélites,                            
apuraos que ya llega un galeón cargado con cien indias
insaciables.

Motivos para preocuparse no hay ninguno

(abrid la puerta roja)
ved, estáis seguros:
hay lásers en el techo,
los prados adyacentes pequeñas tanquetas los recorren,
robots incorruptibles son los guardias de las puertas,
existen haces de partículas secretos,
camuflados en los cercos, diminutos misiles enterrados,
ciertos dragones electrónicos
equipados con agujas radioactivas,
que no os atacarán, pero si es otro el que...

Venid ahora a la mujer de la amapola nuclear
                                                                      entre las piernas, venid al salón de los árboles en llamas,
welcome to the TV, welcome to the machine;
todos sus innumerables engranajes los esperan.

No os quedéis al frío: habrá otros espejos, habrá
                                                            otras peceras,
otras cajas de cristal en las que a veces los ojos no
creerán lo que sucede.

Apuren paso para ver como bailan las muchachas,
doblando su cintura, frágiles palmeras azotadas
por el viento tropical.
                                      
Venid a los túneles de carne, calientes y esponjosos
                                                                           os esperan.

Las rociaremos con champaña si beberoslas desean.
(si lo quieren) mantel, mesa serán de vuestra cena.

Las decoraremos, pintaremos, moldearemos.
la cara en general, sus dos rosados labios,
el largo del vestido.

Achicaremos o ampliaremos su caderas, serán pájaros lira,
extrañas flores tropicales, Eva en el jardín del paraíso,
o tal vez Manon Lescaut desnuda y anhelante,
con el pelo florecido de camelias.

Welcome to the machine:
Si las deseais rubias serán rubias,
con el suave color de los desiertos,
con el pelo como un sol derramándose entre sábanas,
con el cuerpo de igual curva, que las dunas doradas
                                                                de las playas.

Si quereis morenas,
la piel como la uva,
la piel cebada,
la piel tostada y suave, toda terciopelo estará abierta,
será higo partido y ya maduro, revelando rojo su interior.

Welcome to the machine, welcome to the TV:
vien benidos al jardin de las flores de la noche,
vien benidos al Vírgenes del Sol Inn Cabaret.

Entrad, no paséis frío:
nadie robará en vuestros vehículos mientras se divierten
                                                                      allá adentro,
vuestras pertenencias os aguardarán intactas como antes
                                                                      lo estuvieron:

Arriba los mancebos azulados patrullan por
las nubes del antiguo cielo, cada media hora
enfocan esta parte de la tierra, todo ven sus
instrumentos, todo escuchan sus oídos: mirad ,
arriba en el cenit su gris angel de acero,
como cortesía acaban de lustrarlo para ustedes.

Entrad ya, no paséis frío,
vien benidos al salón del invierno luminoso,
vien benidos al túnel del amor en las muchachas
                                              de las luces de neón.

Vien benidos, pero antes recordad, mirad el lema,
que nuestro gigantesco zepelín de propaganda
escribe en sus costados, sobre el cielo:
"ELLAS SON PASTA MODELABLE/USTED PIDE/USTED PAGA/ ELLAS SON ARCILLA EN NUESTRAS MANOS".
Vien benidos a la máquina, welcome to the TV.
(vien benidos: sic)




WELCOME TO THE MACHINE









 Vírgenes del Sol Inn Cabaret.
Nosotros avanzamos.
En medio de los cuerpos:
entrando igual que caminando entre escollos marineros sintiéndonos vivir en el mundo subterráneo
                                                    de los Gnomos,
detrás del fluor-tomógrafo de las pantallas de video,
en pleno recorrido del lugar de una película, nosotros avanzamos.

En medio de los cuerpos,
evitando pulcramente los contactos,
pues no sabíamos si las manchas en los ojos,
los lugares morados de la piel,
las rojas y redondas marcas circulares,
eran lepra o un producto de la moda,
o vivos signos ambulantes y espaciales de una
zona de dolor,
nosotros avanzamos.

(Las mujeres eran una efe mutilada, allí sobre las
                                                               camas,
una i descabezada, una columna, un primer lugar
para nuestra marchita enredadera de deseos.
Las mujeres eran una ene que se arqueaba
carnea y voluptuosa
encima, en la espalda satinada de la noche).

En medio de los cuerpos (esquivando su vaivén)
que ora a la izquierda se movían,
ora a la derecha se inclinaban,
nosotros avanzábamos.

Nosotros:   aferrándonos en plena marea a las
ensenadas de su sangre,
a las islas oceánicas de cadera y patchouli.

Y a veces lográbamos saber, antes del beso,
                                               de las manos,
que ellas eran como puertos destruídos por la guerra,
una pura fachada restaurada,
una nave naufragándose entre el humo,
una foto color sepia arrugada por completo
un enjambre de sirenas proyectado en kodalit,
para la mágica impresión de un boletín de propaganda,
una página central abierta y sorprendente, una página central,
una página central
donde avanzábamos.


                                                       Vírgenes del Sol Inn Cabaret.


María Madonna.
Camino real.

Ibamos metiéndonos en el camino de la luz,
                                              dulce Maria
estando desde el mismo inicio todos muertos sus
                                               colores.

Muertos en los tonos falsos
del nuevo universo fluorescente
muertos en la bóveda de plástico 
que reemplazaba la azul coloración del cielo.

(Y la luz):
acabada, perdida por completo
en los agujeros negros de los quemados filamentos,
rotulado ya su efecto esclarecedor de la tiniebla
con la mísera etiqueta de los wats.

Pero a pesar de todo intentábamos mirarte,
                                              maría bella
observar como refulgías en la sombra,
bailando con tus gafas de colores,
agitando loca -al aire- tu pelo de teñido fluorescente.
Las prendas mínimas cubrían a momentos esas partes,
no las otras:

y esos valles y colinas que exhibías
como parte de gimiente geografia 

indicaban el inicio del Live Porno Blues Show.

Eras algo así como odalisca, flor de Ingres,
esfinge reflejándose en espejos enmarcados
                              por el bronce,
vegetando en las paredes tapizadas de brillante cuero
                               rojo,
que se abrían como gigantescos labios húmedios
con la lengua de la pista entre los bordes.

Algunos nos mirábamos en el metal sucio de un espejo
pero a veces eran superficies refractantes,
brillantes y confusas,
que recogían la imagen de la sala y la entregaban
                                  convertida
en alucinante aquelarre de fantasmas.

Ibamos metiéndonos en medio de la pista, perversa
                                   criatura
de Pier Paolo Passolini,
dispuestos a compartir la falsa luz del cielo raso
                                              con tus hijas
las girl-friends,
que circulaban envueltas en el aire adormecedor
                           de sus perfumes
y que como Jacob subían y subían, de aquí,
desde la tierra,
arreadas en seráfica visión hacia la altura...

(Pero esto es un sueño, María Bella,
incomparablemente hermosa y seductriz,
pues la única metáfora de ti,
pues la única metáfora de mi,
es la metáfora del hambre).

Vírgenes del Sol Inn Cabaret.
Impresiones.
María Madonna

María Madonna, desciende en ala delta desde el cielo,
mueve sus dos manos, hace "chao" mientras el viento
le desata las cintas del sombrero.

Lleva blusa transparente, pelo al viento, pantis lila,
falda pantalón de seda y de lamé,
piel tostada por la larga estadía junto al sol.
Gafas pank protéjenle los ojos, un collar de acrílico
adórnale su cuello, guantes con uñas de cristal enfundan
sus dos manos, en las que repartidos brillan anillos
                                                               fosforados.

A lo lejos -en el cielo- los ángeles azules la despiden
aferrados a los fierros del motor, a la carlinga,
danzando con sus trajes de astronauta, bailando
                                                    contradanzas espaciales,
navegando la ionosfera en hovercrafts a espuma de
champán.

Enseguida escriben todos juntos, con el humo de sus
                                                                    motores rojos:

"Adiós María bella, incomparablemente hermosa y
                                                                     seductriz,
adiós perversa criatura de Pier Paolo Passolini".

María Madonna entre las nubes baja y baja, como un buzo

                                                                      de pájaros,
como un submarino de la atmósfera.
(Antes de partir le regalaron
un canasto lleno de ostias y de pizza,
con sabor a mortadela, jamón y peperami).

A las cuatro de la tarde María Madonna desciende en ala
                                                                                 delta
desde el cielo; con toda calma mueve sus dos manos,
hace “chao”, mientras el viento le desata las cintas del
                                                                                sombrero.


Vírgenes del Sol Inn Cabaret


(Retrato oval número dos)

                     ...y, en la página siguiente:      Mae West


indestructible qeen of vamp and camp
nos interpretará la canción de las 
María Madonna girls-friends


Vírgenes del Sol Inn Cabaret.


Canción de las Girl-friends  de María Madonna


Soda pop soda pop soda pop en las mañanas
soda pop soda pop Bianca (blanca) yo soy.
Soda pop soda pop ven a mis brazos
Soda pop soda pop Bianca yo soy.


Soda pop soda pop chica pin-pon
soda pop soda pop chica pon-pon
soda pop soda pop chica pin-up
chica pin chica ap (up) and soda pop.
Soda pop soda pop soda pop son mis orgasmos
soda pop soda pop soy vespertina
soda pop soda pop vivo de noche
hasta ver las luces
hasta ver las luces
matutinas.

Soda pop soda pop soda pop en fin mientras aguante
soda pop soda pop chica pin-pon
soda pop soda pop soy reyna, princess, bianca
(blanca) soda pop soda pop chica pon-pon.



Vírgenes del Sol Inn Cabaret.
Térese la belle.
Cartel de propaganda.

Térese la Belle, doblada suavemente la cintura
el vientre piano
el seno al aire
las manos sobre la cabeza
el viento ondeando el pelo rojo:
cuidando la chispa de sus ojos,
vigilando el incendio de su cuerpo.

Terese la Belle, sentada en el jardín de la gran casa,
sola o rodeada de personas,
                                    fruta en un tazón de porcelana,
                                    odalisca, flor de Ingres,
                                    especialista en naked-lunch,
en voz baja y suave canta,
mientras se pasea los pezones por los dedos:
                                           "Aimez-tu Marco la belle
                                            la danse aux salons en fleurs,
                                            aimez-tu Marco la Belle
                                            la danse et la contradanse..."

(Ahora bajo las arcadas de la linda habitación:
entre botellas, dulces, cojines esparcidos,
turbantes y guitarras/
sin túnica azul y sin corpiño
nada más que en rosa pálido T-shirt :)

                                                      
 Vírgenes del Sol Inn Cabaret.
Anexo del amor.

Hoy los días se le han vuelto cosa extraña,
incluso algunas de sus horas le parecen rotas,
                                             carcomidas,
como si pavimentaran la duración de nuestro tiempo
con viejos y descuadrados adoquines,
como si para sacarlas a la luz hubiesen interrumpido
su reposo, su estadía,
atrás, en una tienda de artículos de crédito prendario.
Su cara, adentro de estos días, se vuelve más tortuosa,
esfumada por sectores
(tal como la tuya, hermosa Susana o Beatriz)
los ojos y las cejas apenas dibujados,
más bien como si un ácido tallara un antifaz de la
                                      expresión
 dejándole grabada finalmente la reeditaba imagen del
                                 Elephante-man,
o una duda de nítrica pureza
o una duda de nítrica pureza
que poco a poco armara una máscara de carne
para el carnaval de las relaciones personales.

Las horas que pasan, las horas que corren a su lado,
no traen sobre sí ninguna vida; se repletan -esto es cierto-
del arte de los falsos origamis: todos sus sucesos son
                                                                 plegadas
figuritas de papel, una especie de
                                                   (pintado albo)
biombo japonés,
contra el cual se estrellan las palabras,
se mutilan el cuerpo los contactos, a través del cual en fin,
no se logra distinguir ninguno de los gestos
que nosotros exhibimos día a día:
por ejemplo el ancho mar que va desde el saludo al beso,
por ejemplo toda la extensión que va desde los ojos
protegiéndose en la sombra,
hasta la luz callada de los dientes, la sonrisa.

Hoy los días se le han vuelto cosa extraña,
incluso algunas de sus horas le parecen rotas, carcomidas.
Y el amor que se proyecta en sus segundos, es el jingle
                  que repite la garganta por rutina,
                  la barata propaganda, deste gran supermercado,
la seriada producción de las ciudades del
Cinema:
(En las que la heroína transporta bultos negros,
sonrie, corre, la persiguen,
en donde el heroe siempre triunfa
en medio de la vida y de su viento
desde el inicio de la cinta al Gran Final).

Son estas horas las de ahora, en las que ni ella ni el
que se contemplan, logran percibirse, menos verse:
llenan el espacio para continuar sintiendo el cuerpo,
gritan para escuchar el eco en las cavernas del cerebro,
se observan al espejo a ver si aún no constituyen
el vampiro,
que se autosucciona la existencia en medio del trabajo
                                            en medio del trabajo
                                            en medio del trabajo
                                            en medio del trabajo y de las calles.

Asi, de cualquier modo        (sois)
pura foto detenida por la magia de la óptica,
estampa numerada en el álbum de las cosas,
"una bola de deseos que sin cauce rueda
por el cotidiano camino de las horas",
animados golems de las ciudades, navegando y
                                                                naufragando
adentro de los cuerpos de hojalata,
adentro de los cuerpos de robot,
en medio de las nuevas aguas negras del amor.






Vírgenes del Sol Inn Cabaret.
Susana en la calle.
Día de Salida.
Mayúsculas.
El cine: Intersección Broadway.
Mundo-Show. El proyector.

3 PM.
Susana en la  calle, levantando las manos para hacerse
                                                   sombra bajo el sol,
detenida ante el semáforo la mente mitad dentro mitad fuera
                                                   del cuerpo.
 Parada  sobre  las  rayas  amarillas  pintadas  encima  del
                                                   cemento
pareciendo un aborigen a caballo sobre un tigre,
el cuerpo mitad fuera mitad dentro de la tibia luz del día.

4 PM.
Susana estacionada y contemplando las vitrinas,
después avanzando; inmóvil; caminando;
como una bandera flameando entre la gente,
como la llama de un farol a punto de apagarse,
siguiendo un errante derrotero entre la luz,
igual que un barco derivando sin las velas ni el timón.

5 PM.
Susana en la calle, levantando sus dos manos para hacerse
                                                             una visera bajo el sol,
irguiendo la cabeza, contemplando el Gran Mar Superior de
                                                              Nuestra Atmosfera,
pasando frente a la entrada de algún cine,
comprando palomitas de maiz, fichas de flipers:
haciéndose una bola de deseos que sin cauce,
rueda sobre el cotidiano camino de las horas.

Pero entonces, abriendo la cartera,
contando las monedas
                        (de pronto mirando sus zapatos,
                         hundiéndose la vista en esa pobre
                         imitacion de cuero y yacare)
detenida, volviéndose de pronto, andando
y comprando decidida el papel celeste de la entrada.

6.45 PM.
(Casi en pantalla):
Sentada acomodándose la falda la mente mitad dentro mitad
fuera de la sala oscurecida
aunque a veces todavía caminando
o a caballo sobre un tigre de rayas amarillas
o parándose en la esquina  contemplando los afiches;
posando en el silencio a lo Catherine Deneuve,
sonriendo en la butaca a lo Jackeline Bisset,
a lo Maria Schneider sacudiendo su melena.

Pero entonces:
                                                mitad fuera mitad dentro
                                                de la cinta:
caminando Broadway adelante,
sacándose la blusa por la larga calle enblanquecida
(usada de camastro por la nieve)
sonriendo estilo vamp,
colocándose lentes de contacto con pupilas de Bette Davis,
pintándose los labios de carmín en un pobre café de la gran city,
soñando a patinar en Central Park
(Como nave refugiándose entre el humo,
como algo reflejando escarlata en la mirada.
Como sombra incandescente,
como Stábile caldeado.
Como parche, como lienzo, entre el tráfico biológico
en la acera).


8 PM.
(En pantalla)
Se pone el sol detrás de la estatua del progreso,
en plena entrada del puerto de New York,
mientras ella
                         (con la piel toda dorada
                          la protagonista en plena acción)
corre por la acera en primer plano,
entra en la estación que se ve al fondo,
saca el ticket y se dirige hacia el andén.
Enseguida toma el tren de los suburbios.
Una vez arriba, mírase al espejo de los vidrios.
Entonces busca el baño, allí se mete:
a retocarse con pintura,
a marcarse nuevamente los rasgos de la cara,
a delinearse otra vez los trazos de los ojos,
la huella de la boca,
a dibujarse el rostro a cada instante,
que parecierea hecho de partículas de sueño
y que sin el rouge son los polvos sin el rimel
la saliva y el sudor se comen todo,
dejando anchos surcos transparentes a su paso,
dejando allí donde antes había piel,
                         ahora amplios huecos como enfermos.

8.45.
(Casi en pantalla)
Entonces tú, saltando en el asiento, comprendiendo,
sabiendo que por más que se maquille,
                                              se decore,
el celuloide está llegando al fin,
y todos sin poder chillar y sin gritar, sin poder
                                                          apagar la luz del proyector,
todo siendo como un barco con peste entrando a puerto,
como la lava de un volcán (veloz) subiendo por el cráter:
                              entonces tu/ mirando como ella:
                              mitad fuera mitad dentro del cuerpo,
                              camina por las calles de su Broadway
                              demasiado ensimismada/ la mente mitad
                              fuera mitad dentro/ levantando
                              la vista hacia las nubes,
                              incapaz de descubrir las letras rojas
                              (dibujadas en el cielo, estampadas en la cinta)
                              que estructuran el The End en la palabras
de una lengua que no entiende,
aunque ahora camine mitad dentro y mitad dentro
de su Broadway por entero enloquecido,
diluyéndose en un negro en que ni elle y ése existen más.

9 PM.
Los cuerpos caminan por las calles sin oportunidad de
apagar el proyector.
Se reflejan en los charcos, en la luz de toda sombra.

                           Ahora llueve
                           Ahora llueve.

Vien benidos al salón del invierno luminoso,
al paraíso de los cuerpos celestiales.

                                                       Vírgenes del Sol Inn Cabaret.
Valle de los corazones.

Despierto en la ciudad de una película (2)

Y bien, adentro, en la ciudad de una película,
Adentro en el periplo de las calles,
adentro en el grande y buen comercio de animales.
Y bien, adentro, en el Dorado, en la Tropicana Boite,
en la Tirana Movie Show,
compartiendo tragos con la negra, la historiada,
vomitando las tripas neuronales,
agonizándose los nervios prisionero
en la exquista celda construida
por el cliente /hombre indiferente.

(Especie de nuevo superhéroe que ni es Batman
ni figura en el reparto del posterero mundo comic).

Y la celda:
Pintadas sus paredes de un vivo calder rojo,
cubiertas con un latex bermellón sobre el que
se sobrescriben corazones,
precarios y esqueléticos,
encerrando en sus cuerpos de tinta y de grafito
letras y palabras que en el fondo son oscuros
                                  signos cabalísticos
intentando confinar un vasta, urbana nova,
proyectando su explosión de deseo y soledad.

Ahora todo el aire parece el metal sucio de un espejo.
Ahora todo es algo que refleja carmín en su mirada.
Ahora todo es algo que refleja el escarlata en la pupila,
que se abre como el ojo de una bruja,
una sombra incandescente
un Stábile caldeado,
una máquina de   juegos descompuesta y que
sobresaturada de emociones marca “tilt”.

(Primera personna)
Y así soy yo,
Una que data del paleolítico superior de la ciudad,
de su erótica edad del bonce fálico,
saturnal, fosforescente.
Y así soy yo,
una que crece y se prolonga, gime, existe, se pervive,
y que al final se descubre pintada toda entera,
como Goldfinger-Girl de una película,
mirándose en el metal sucio de un espejo,
en confusas y brillantes superficies refractantes
que recogen la imagen de la piel toda dorada
y la devuelven convertida en  aquelarre de fantasmas.

Ahora todo el aire parece el metal sucio de un espejo.
A la luz del sol se encienden las paredes
                                                       de los móviles.
Y allí, entre los nacientes cuerpos-ruina,


                                                         yo soy esa.


Que se mete de  cabeza en los parlantes surreales


que vomitan día a día la sutancia de la cual


está compuesto el mundo, su sonido.


La que  a veces, por la tarde, recorre el firmamento


En un zeppelín de plomo, haciendo propaganda para el Show.



Vírgenes del Sol Inn Cabaret
La ciudad de una película.

Welcome to the machine II

.
Los edificios son móviles al rojo vivo. Las calles son posters en tono rojo y gris. La polís patrulla las circunvalaciones cerebrales. La gente está intranquila por los reflejos en el agua. La lluvia lava las antenas de TV. Pasan hombres desnudos por la calle, corriendo con la piel toda tajeada: son los hombres mapas, los primates línea, señal, gesto. El aire en la ciudad parece el metal sucio de un espejo/su orla/su neón/su santidad:
disfrazado, algo o alguien deforma la sombra de las cosas.

Adentro de los bares la gente intenta ser normal. De pronto los edificios son móviles al rojo vivo y nosotros sombra de oxido sobre las estructuras del acero. Los buses policiales son Stabiles de cuerpo negro. Dos más dos son cuatro enseña la maestra mientras en la puerta observa the Donald Duck Police. El aire parece el metal sucio de un espejo, disfrazando la sombra de las cosas: (ahora) "Vamos a la máquina Buck-Rogers, al subterráneo de los flipers" escriben los aviones sobre el cielo.

Allí: o adentro de las casas: la gente intenta ser normal. Los cables de la luz son techo arbóreo desta selva húmeda. Llueve en las calles sombra roja, sombra gris. Dos y dos son cuatro repiten los videos. Y la boca deforma el nombre de las cosas la palabra. Disparan sobre alguien como oferta. Otros decoran los Stabiles, adornándolos con muecas asomadas a ventanas, con dedos rasguñando en el cristal. Hay hombres que son mapas sobre el suelo. Hay hombres que son mapas sobre el suelo. Los edificios son móviles chorreando tinta bermellón.

El techo arbóreo transmite informaciones/la lluvia lava las antenas de TV/las lianas de la selva continuan adentro de las casas, metiéndose en los bares la gente intenta ser normal: deforma la cara, los rasgos de las cosas/hombres sin camisa bailan en la disco/sus venas son ríos/la piel mapas/en los que la Polís consulta referencias, en los que la Polís descubre si estan vivos. Piden credenciales en los bares. Tampoco hay lugar entre los parques. En el subterraneo se escucha la maquina de flipers/y los ruidos son embobinados en cinta magnetica.

Ahora, nos miramos en el metal sucio de un espejo. Nos queman las paredes de los móviles. Dos y dos son cuatro enseña la maestra a nuestros hijos. Pero la boca deforma la sonrisa, el pensamiento. Despierto en la ciudad de una película: algo habrá que hacer dice la gente adentro de los bares. Los buses policiales se estacionan en la entrada/los edificios son móviles al rojo/la polís emerge entre los poros de la ropa.

Dos y dos son cuatro repiten los videos. Sombras color gris, el tono rojo, adornan el interior de los stábiles. Despiertto en la ciudad de una película: y todo el aire parece el metal sucio de un espejo/y todo el aire parece el metal sucio de un espejo/detrás del vidrio sucio de un espejo.







PERO
I CAN GET NO SATISFACTION
I CAN GET NO REACTION


PERO TRATO
PERO TRATO
PERO TRATO
PERO TRATO
PERO TRATO
AND I TRY


HO HO HO.
         


                         ALEXIS FIGUEROA


Agradecemos al poeta EGOR MARDONES y a ALEXIS FIGUEROA por permitirnos la publicación de esta selección de su obra.

En nuestras nuevas entradas vea la obra de VIANEY. En la sección ZINETICA,  JUAN DIEGO VELASQUEZ escribe sobre la más exitosa película colombiana en 2011 LOS COLORES DE LA MONTAÑA Dirigida por CARLOS CESAR ARBELAEZ.



el gato naranja - noticiero poético para américa latina

Director:  Rafael Urrea Soto. Comité editorial: Mauricio Trujillo, Andrés Quintero, Carlos Calle Archila,  Jaime Eduardo Jaramillo, Carlos Mario Uribe,  Edgar Gonzalez, Juan Diego Velásquez, Víctor Gaviria, Raúl González, John Henry Orozco, Héctor Jaime Carvajal, León Darío Gil, Fernando Cuartas, Carolina Escobar, Uises Giraldo y Mario Armando Valencia. Participan desde Buenos Aries (Argentina)  el poeta Juan Gómez  y desde Sidney (Australia) Carlos Cuéllar. 


Contactos:
cdcine@yahoo.com

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2011

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