el gato naranja
literatura poética zinética crítica
-FASSBINDER REVISITADO-
LA DIFICIL TERNURA, LA VIDA PROVOCADA.
POR LUIS ALBERTO ALVAREZ
Lili Marleen 1980
Presentamos
un fragmento del evocador ensayo LA DIFICIL TERNURA sobre RAINER WERNER
FASSBINDER escrito por Luis Alberto Alvarez en el Periódico El
Colombiano y compilado en el Tomo 1 del libro Páginas de Cine.
RAINER WERNER FASSBINDER
Bad Wörishofen (Baviera) el 31 de mayo de 1945 y murió en Múnich el 10 de junio de 1982
RAINER WERNER FASSBINDER
La difícil ternura
Por LUIS ALBERTO ALVAREZ
Le digo que estoy
mortalmente cansado
de representar lo humano
sin tomar parte de lo humano.
Thomas Mann, Tokio Kröger,
citado en los créditos finales de Cuidado con una santa
prostituta,
de Rainer Werner Fassbinder, 1970
Ante el gran público reunido para la entrega de los premios
Oscares del año pasado, el entertainer Johnny
Carson lanzó de pronto una exclamación que dejó desconcertados a muchos: “El
mayor ganador de dinero de este año fue… “¡Columbia!”. La gente se miró
extrañada durante la pausa artística que Carson hizo seguir a su afirmación,
antes de explicar a qué se estaba refiriendo: “No Columbia Pictures
naturalmente…¡estoy hablando de Colombia, el país sudamericano…!”. La gente se rió porque había entendido muy
bien el chiste. Cualquiera creería que, inesperadamente, una película
colombiana había obtenido éxito arrollador en los mercados americanos… Pero
Carson no estaba hablando de productos cinematográficos, sino de una industria
mucho más desarrollada, la del Columbian Sniff, que en Hollywood ha
encontrado la más grande resonancia y que no hace mucho cobro allí su víctima
más importante, en la persona del actor John Belushi, de 33 años. Este había
dicho poco antes: “Es mejor quemarse de una vez, que ir consumiéndose poco a
poco”.
Faustrecht der Freiheit, 1974 - La ley del más fuerte 1974
Rainer Werner Fassbinder, tres años mayor que Belushi, había
dicho algo semejante refiriéndose a su próxima película. “Se trata de una
persona que está en capacidad de elegir libremente si acepta o no vivir con la
droga, con la más clara conciencia de que si se decide a aceptarla, su vida
será más corta, pero también más intensa.
El día de Corpus de este año, la montajista Juliane Lorenz
encontró, en su común apartamento, el cuerpo sin vida de Fassbinder, realizador
de cine alemán, el más prolífico de los
directores de nuestra época ( y probablemente de la historia del cine). Los
médicos indicaron como causa del deceso el uso en proporciones mortales de
cocaína y barbitúricos. Al pie del cadáver estaba el guión en elaboración de
una película. Parecía como si Fassbinder se hubiera quedado dormido mientras
trabajaba. No hay duda de que pretendía seguir viviendo.
Berlinalexanderplatz Serie de cine para televisión 1980
La vida provocada
En 1979, Fassbinder vino al Festival de Cartagena, donde se
proyectó su película Desesperación. Un
viaje hacia la luz. Es marzo y el
alemán tiene tras de sí la filmación del personalísimo episodio en la película
colectiva Alemania en otoño. Un mes antes ha estrenado en el Festival
de Berlín El matrimonio de María Braun, que
va a convertirse muy pronto en éxito internacional avasallador. Además ha
concluido las dos películas más personales, difíciles y terribles de su
carrera: En un año con trece lunas y La tercera generación. Es el momento del
descenso al infierno. Está escribiendo, a marchas forzadas, el guión de la
serie televisiva Berlínalexanderplatz, catorce
horas de cine concebidas, escritas y realizadas en un tiempo impresionantemente
breve.
El mercader de las cuatro estaciones 1971
Fassbinder viene a Cartagena, no en busca de “Columbia”, sino
de “Colombia”. Por aquellos días su consumo del polvo blanco alcanza el precio
de 10.000 dólares mensuales, según le informa quien le estaba muy cerca. Por su
parte el director suizo Daniel Schmid quien comparte con Fassbinder un
apartamento en Paris, cuenta un año más tarde, también en Cartagena, que el
trabajo en Alexanderplatz, se está haciendo de modo mecánico y desganado, sin
el gusto de los proyectos de antes. Con todo, el resultado de la serie, pese a
irregularidades y a problemas que causan
fuertes polémicas, alcanza momentos de maravillosa inspiración. Michaell
Ballhaus, su director de fotografía durante quince películas y nueve años,
confirma que en los últimos años la atmósfera de antes ha ido desapareciendo
gradualmente y que los amigos de siempre están cada vez menos dispuestos a
aguantarse a Fassbinder. Todavía es muy difícil establecer un balance estético
del que resultó ser el último periodo de la vida de Fassbinder. Por una parte
encontramos en él películas como Lili
Marleen, francamente insulsa y decepcionantes en más de un sentido. Por
otra hay réquiems terribles,
intrincados, parcialmente sublimes, como Trece
lunas y La tercera generación. Pero
estas son, al mismo tiempo obras cerradas e inaccesibles, neuróticas, casi
insoportables. Y también tenemos cosas como El
matrimonio de María Braun, que son una síntesis entre lo personal y la
apertura de un sistema standard de producción, declaradamente comercial y con
miras a mercados internacionales amplios. En todo caso creo que puede afirmarse
que el índice general de creatividad disminuye notablemente, mientras que,
paradójicamente, parece que el director comenzara, por primera vez, a sentirse
infantilmente cómodo en el papel de genio. Declaraciones como la concedida a L”Express de París, dejan bastante
desconcertado: “Quisiera ser para el cine lo que Shakespeare es para el teatro,
Marx para la política y Freud para la psicología; alguien después de cuya
existencia ya nada es como era antes”.
Fassbinder, quien fue siempre una persona de difíciles
relaciones y fidelidades, llegó en estos años a las crisis más fuertes con sus
amigos y colaboradores de siempre. Sus planes para el futuro incluían proyectos
que uno no acierta a imaginar en manos suyas, como la vida de Rosa Luxemburg,
con Jane Fonda, algo como para Warren Beatty o para el cine soviético hagiográfico.
Por lo que se refiere a su última película. Querelle,
hay una historia sucia. La obra de Jean Genet era la base del proyecto
favorito de Warner Schroeter, amigo de Fassbinder por muchos años. Schroeter no
había podido llevarlo a cabo porque la comisión de ayuda federal lo había
rechazado y su productor no tenía todo el dinero para hacer solo la película.
Entonces Fassbinder se ofreció a poner lo que faltaba, a condición de que él, y
no Schroeter, la dirigiera. Como si fuera una de sus propias películas,
Fassbinder se sirvió del dinero para traicionar a un amigo. Es también en esta
última época cuando Fassbinder comienza a ser descubierto por la distribución y
exhibición de comerciales. Un fenómeno diciente sobre las instituciones que son
capaces de comprender las cosas sólo cuando han bajado de nivel, cuando se
están deslizando gradualmente hacia la insignificancia.
El mercader de las cuatro estaciones 1971
El Fassbinder que
distribuye Cineco es Lili Marleen…María Braun podría parecer demasiado
fina e incomprensible. El Fassbinder que ha llegado a las taquillas es como un
libro de Selecciones o como una
sinfonía de Mozart arreglada por Waldo de Los Ríos. A lo mejor Querelle se convierta en una especie de
Saló. ¿Quién sabe como habrá terminado siendo, esta última película?... Puede
ser un testamento terrible y cruel, la última carta de uno de los directores
más originales de nuestra época o, quien sabe, a lo mejor la prueba de que
Fassbinder, a los 36 años y después de 42 películas, había comenzado a no tener
más que decir.
En muy pocos años Rainer Werner Fassbinder creó una serie de
obras apasionantes y novedosas, películas que nos permiten parar por encima de
cosas como Lili Marleen y hacer caso
omiso de que sean del mismo autor. Un actor alemán nos habla de su propia experiencia con la cocaína: “Uno
piensa que está maravilloso ante la cámara, que cada mirada es correcta, que
cada gesto es preciso. Pero la verdad es otra. Todo esto tiene lugar solo en la
cabeza. En realidad, el rostro se vuelve como de piedra, ya nada sale como
debiera. Es aterrador”. Rainer Werner Fassbinder, al parecer, había
comenzado a vivir un fenómeno similar. Su cine estaba principiando a volverse
de piedra, en el momento en que él mismo comenzaba a sentirse contento en su
papel de director de éxito. Hubo un proyecto que se anunció varias veces pero
que nunca llegó a realizarse: la intérprete iba a ser Romy Schneider (con quien
Fassbinder había soñado para María Braun) y estaba basado en una novela que en
los cocainómanos años veinte fue algo así como un objeto de culto: Cocaína del periodista italiano Pitigrilli. Fassbinder se bajó del escenario antes de poder
dedicarle una película a esa dama engañosa, a esa droga que le hacía creer
cosas que no eran ciertas y que terminó matándolo.
Querelle 1982
Durante muchos años la vida de Fassbinder fue intensa, salida
de sus cauces. Pero era siempre “su vida”. La otra fue la “vida provocada” como
la llama de Gottfried Benn. Ahora no faltará quien mitifique esta muerte
(aunque la figura rechoncha, burda y fáunica en Fassbinder no se preste a
estilizaciones). Pero ella pudo no haber ocurrido. Fassbinder tenía suficiente
energía, suficiente inteligencia para seguir haciendo cosas importantes y
maravillosas. Siete proyectos estaba preparando cuando murió y podrían haber
sido muchos más, no importa que entre ellos hubieran varias Lili Marleen. En febrero lo vi en Berlín
respondiendo preguntas. Una espectadora, aterrada con el pesimismo de La nostalgia de Verónica Voss, prácticamente
le preguntaba por qué no se había suicidado.
La respuesta de Fassbinder fue: “Pienso que, pese a las cosas terribles y a las
peores experiencias que uno pueda vivir, es preferible estar aquí, que no
estar”.
Fuente: Páginas de cine 1. Editorial Universidad de Antioquia 2005
el gato naranja
noticiero poético para américa latina
Director: Rafael Urrea Soto. Comité editorial: Jaime Eduardo Jaramillo, Víctor Gaviria, Mauricio Trujillo, Andrés Quintero, Juan Diego Velásquez Romero, Jandey Marcel Solviyerte, Carlos Calle Archila, Carlos Mario Uribe, Edgar Gonzalez, Raúl González, Héctor Jaime Carvajal, León Darío Gil, Fernando Cuartas, Ulises Giraldo , William Aguirre y Mario Armando Valencia. Participan desde
Buenos Aries (Argentina) el poeta Juan Gómez, desde La Paz Bolivia
Carlos Idrobo, desde Nueva York Julio David Gonzalez y desde Sidney
(Australia) Carlos Cuéllar.
Mayo 24 de 2016
Conmemorando dos decadas
sin LUIS ALBERTO ALVAREZ
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